El gráfico lo hice superponiendo otros dos, una rejilla y unos números, que están bordados en los mismos colores que los números de la tela. Para el resto, tela de encuadernar negra y cantoneras metálicas. ¡Lástima que después llegaran los sudokus en tecnología digital! Brrrrr!!
jueves, 29 de agosto de 2013
Pienso, luego...
estoy de vacaciones, activo mi mente, me entretengo... y todo ello con unos ¿simples? sudokus que se van recortando de aquí y de allá y pueden guardarse junto con el boli en esta pequeña carpetita que al mismo tiempo tiene una tapa trasera dura donde apoyarse para escribir.
El gráfico lo hice superponiendo otros dos, una rejilla y unos números, que están bordados en los mismos colores que los números de la tela. Para el resto, tela de encuadernar negra y cantoneras metálicas. ¡Lástima que después llegaran los sudokus en tecnología digital! Brrrrr!!
El gráfico lo hice superponiendo otros dos, una rejilla y unos números, que están bordados en los mismos colores que los números de la tela. Para el resto, tela de encuadernar negra y cantoneras metálicas. ¡Lástima que después llegaran los sudokus en tecnología digital! Brrrrr!!
miércoles, 3 de julio de 2013
Costurero de viaje
Ya ha llegado el buen tiempo, y ¿a quién no le apetece ir con sus labores arriba y abajo? Para facilitar estas mudanzas se han inventado los costureros de viaje. Este lo hice para una de mis cuñadas el verano pasado, cuando estaba en plena fiebre del manejo de la máquina de coser; con telas de patchwork y fieltro en tonos crudo y gris.
Por dentro tiene un lazo para sujetar las tijeras, un bolsillo pequeño fruncido, un fieltro para las agujas de coser, un alfiletero y un bolsillo grande con cremallera.
Por dentro tiene un lazo para sujetar las tijeras, un bolsillo pequeño fruncido, un fieltro para las agujas de coser, un alfiletero y un bolsillo grande con cremallera.
En el frente le apliqué un óvalo de aida, donde cosí tres abalorios en forma de flor, bordando los tallitos también en colores apagados
Y este es su aspecto cerrado
lunes, 24 de junio de 2013
Amigas costureras III
Mis amigas costureras siguen con sus creaciones, y para mí es un placer regalarles estos pequeños accesorios en los que guardar sus "herramientas". Aunque pequeño, este triángulo de bordadora está hecho con todo cariño para el cumpleaños de mi amiga Isabel. Además es muy fácil y rápido de hacer, toda la gracia está en la elección de las telas.
Este es su aspecto abierto. Tiene unos corazones de fieltro para las agujas de coser, tres pequeños bolsillos, uno de ellos para las tijeras, y un alfiletero.
Cerrado queda de esta forma:
Este es su aspecto abierto. Tiene unos corazones de fieltro para las agujas de coser, tres pequeños bolsillos, uno de ellos para las tijeras, y un alfiletero.
Cerrado queda de esta forma:
miércoles, 19 de junio de 2013
Monedero "zakka style" (II)
Aquí he conseguido terminar para mi madre otra versión de mi primer monedero “Zakka style”, aunque esta vez he elegido otros materiales para conseguir lo que a mí me parece un aire más oriental: una tela japonesa más colorida para el exterior, un biés rojo con aspecto de raso, hilo dorado para el interior y una borla con una cuenta de cerámica para la cremallera del bolsillo.
martes, 11 de junio de 2013
Funda para agujas
Será porque no domino demasiado la máquina de coser, pero he comprobado que me resulta más relajante coser a mano, sobre todo las cosas de pequeño tamaño. Pero hay ocasiones, como ésta, en las que las ventajas de coser a máquina están más que claras.
A base de costuras razonablemente rectas y paralelas le he hecho a mi suegra esta funda para llevar sus múltiples agujas y ganchillos de hacer punto, sacada de este tutorial.
Es una labor fácil y relativamente rápida, además de que su resultado me parece de lo más práctico porque puedes llevar las agujas por parejas y además otros trastitos. Este es su aspecto por fuera. En el ángulo inferior hay un bolsillito cerrado por un botón de hueso, en el que pueden ponerse pequeños accesorios como la cinta métrica, las agujas de coser lana, etc.
Por dentro cuenta con tres niveles de bolsillos de distintas alturas y anchuras, en los que puedes poner las agujas de hacer punto por parejas, los ganchillos, las tijeras y otros cachivaches a gusto de la consumidora.
Para cerrarla, se dobla la solapa superior, que impide que las agujas se deslicen, se enrolla todo el conjunto y al finalizar se ata con los dos lazos. ¡Listo!
A base de costuras razonablemente rectas y paralelas le he hecho a mi suegra esta funda para llevar sus múltiples agujas y ganchillos de hacer punto, sacada de este tutorial.
Es una labor fácil y relativamente rápida, además de que su resultado me parece de lo más práctico porque puedes llevar las agujas por parejas y además otros trastitos. Este es su aspecto por fuera. En el ángulo inferior hay un bolsillito cerrado por un botón de hueso, en el que pueden ponerse pequeños accesorios como la cinta métrica, las agujas de coser lana, etc.
Por dentro cuenta con tres niveles de bolsillos de distintas alturas y anchuras, en los que puedes poner las agujas de hacer punto por parejas, los ganchillos, las tijeras y otros cachivaches a gusto de la consumidora.
Para cerrarla, se dobla la solapa superior, que impide que las agujas se deslicen, se enrolla todo el conjunto y al finalizar se ata con los dos lazos. ¡Listo!
lunes, 20 de mayo de 2013
La bandeja especial
Lucía quería una bandeja propia para el desayuno, y yo tenía una arrinconada desde hacía años (unos diez) porque la superficie se había estropeado y “algún día” la iba a restaurar, cosa que nunca pasaba porque siempre tengo algo mejor que hacer.
Así que aprovechando la importante ocasión del cumpleaños de Lucía, me armé de valor, cogí la bandeja y la lijadora y le quité la pintura y la decoración que tenía (lo siento, no hice fotos del “antes”). Pinté toda la bandeja, por dentro y por fuera, con pintura blanca de caseína (dos capas, lijando entre las dos). Después reservé un rectángulo blanco en el centro, y los bordes también blancos. El resto lo pinté con esmalte de color verde almendra. Repasé el rectángulo, los bordes y el interior de las asas con una línea de rotulador dorado (que de paso sirve para disimular defectillos).
Con un pincel muy fino fui haciendo lunarcitos verdes en el rectángulo blanco, y con un rotulador blanco de punta gruesa hice los lunares en la superficie verde. Después le robé a mi propia hija unas mariposas de su caja de manualidades, y las pegué con látex. Por último, le di una capa de látex a toda la parte plana de la bandeja. Cuando estuvo seco, pegué con pegamento textil la puntilla por el borde, y como toque final le acoplé un cristal cortado a la medida y fijado con silicona transparente.
Este es el resultado, que me encanta y me sorprende, porque ha sido muy bueno a pesar de la improvisación y de mi falta de experiencia en estos trabajos. El día D, con un plato, una taza y un vaso también “especiales”, le hizo poner una cara a Lucía que, como dicen, no tiene precio...
Así que aprovechando la importante ocasión del cumpleaños de Lucía, me armé de valor, cogí la bandeja y la lijadora y le quité la pintura y la decoración que tenía (lo siento, no hice fotos del “antes”). Pinté toda la bandeja, por dentro y por fuera, con pintura blanca de caseína (dos capas, lijando entre las dos). Después reservé un rectángulo blanco en el centro, y los bordes también blancos. El resto lo pinté con esmalte de color verde almendra. Repasé el rectángulo, los bordes y el interior de las asas con una línea de rotulador dorado (que de paso sirve para disimular defectillos).
Con un pincel muy fino fui haciendo lunarcitos verdes en el rectángulo blanco, y con un rotulador blanco de punta gruesa hice los lunares en la superficie verde. Después le robé a mi propia hija unas mariposas de su caja de manualidades, y las pegué con látex. Por último, le di una capa de látex a toda la parte plana de la bandeja. Cuando estuvo seco, pegué con pegamento textil la puntilla por el borde, y como toque final le acoplé un cristal cortado a la medida y fijado con silicona transparente.
Este es el resultado, que me encanta y me sorprende, porque ha sido muy bueno a pesar de la improvisación y de mi falta de experiencia en estos trabajos. El día D, con un plato, una taza y un vaso también “especiales”, le hizo poner una cara a Lucía que, como dicen, no tiene precio...
domingo, 12 de mayo de 2013
Habitación primaveral
El verano pasado aprendí a coser a máquina, y ayudada por mi madre hice este cojín con telas para patchwork. La parte fácil (las costuras rectas) la hice yo, y la difícil (coser este pañuelo antiguo en la parte delantera), mi madre. El pañuelo se lo dio mi suegra a mi hija, y pensé que convertirlo en cojín era una buena idea para lucirlo.
El cojín participa en la decoración de la habitación de Lucía, junto con "unos pocos más" como podéis ver.
Como ese día estábamos campestres, le bordé esta pequeña mariposa ribeteada con piculina para un marquito que ella misma había elegido.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)