Hoy os voy a
enseñar mi última creación, salida de las clases de patchwork a
las que voy todos los martes con mucha alegría. Aplicando diversas
técnicas que quería aprender, me he hecho una (en mi opinión)
estupenda funda para la máquina de coser.
Mi máquina
de coser traía una, bastante triste y decaída, hecha de una especie
de fliselina muy finita de color gris. Con esa funda sacamos el
patrón de la nueva, y con la ayuda de mi profe Noemy, de La Papallona, la diseñamos utilizando varias técnicas en distintos bloques. Aquí os los muestro:
El cuerpo principal está hecho a rayas, acolchando según se cose, con estas telas tan bonitas cuyo nombre no registré en su momento, llenas de flores de lavanda y mariposas, y otras que elegí para que coordinaran con ellas. Y además son en lila y verde ¡otra vez!, no lo hago adrede, pero no me puedo resistir a esa combinación... En la parte delantera, el bloque central es un bordado a punto de tallo, cadeneta y pespunte, con esta máquina de coser tan coqueta y los mismos colores.
A un lado del bordado, un bloque con un molinillo, un poquito en 3D, rematado con un botón.
Al otro lado, otro molinillo pero hecho con piezas triangulares.
Ahora vamos con los laterales: en uno de ellos he hecho un bolsillo grande, decorado con hexágonos hechos con paper piecing.
Y en el otro, una flor log cabin, que me ha quedado un poquito rara, pero bueno, las flores son así, tienen vida propia. El tallo está bordado a punto de tallo, las hojitas aplicadas, y la mariposa también. La maceta en realidad es un bolsillo pequeño donde pondré las tijeras.