Es lo que pasa cuando encuentras una tela que te está
pidiendo a gritos que la conviertas en ¡funda para instrumento musical!, aunque considerando
las dimensiones del retal que conseguí por 5 €, lo mismo podría haber hecho la
funda de un piano de cola... Se admiten encargos.
En un pispás he hecho estas dos fundas para flauta (no tenemos otros instrumentos), una para mi chica y
otra para mi chico, que de esta forma ya tienen todo el ajuar de la vuelta al
cole en perfecto estado. El asunto es muy fácil:
1) Se corta un rectángulo de 10x90 cm para el exterior, y se
acolcha con guata termoadhesiva de las mismas dimensiones pero sin márgenes de
costura.
2) Se corta otro para el interior, de la misma tela o de
otra contrastada.
3) Se le da la forma deseada a uno de los lados del
rectángulo para formar la solapa de cierre, cuyo tamaño debe dejarse de modo
que en el resto de la funda quepa la flauta.
4) Se unen las telas interior y exterior. Según el acabado
que se quiera dar, se cosen derecho con derecho dejando un lado para darles la
vuelta y cerrándolo luego con puntada escondida, o revés con revés, para acabar
con un biés como he hecho yo.
5) Cuando el rectángulo está terminado, se cosen dos
pedacitos de velcro: uno en el forro de la solapa y otro en la tela exterior
del extremo opuesto, de forma que todo coincida al cerrar.
6) Se dobla el rectángulo para formar la funda, sujetándolo
con alfileres y dejando la solapa en su posición.
7) Si hemos cosido las telas derecho con derecho, una vez
dada la vuelta al “tubo” se cosen los laterales con un pespunte por todo el
borde exterior.
8) Si hemos cosido las telas revés con revés, se cosen los
laterales y se aplica el biés que ocultará la costura.
9) Se plancha. Y ¡hala!, a pastorear ratas como en Hamelín...