Venciendo la pereza

Nada cuesta más que terminar algo que no te motiva demasiado pero que ya está empezado, y que no quieres guardar por los siglos de los siglos. Esto es lo que me ha pasado con la continuación de mi bolsa para la comida / almuerzo que os enseñé hace ya más de un año. Tenía pensado añadir un saquito para los cubiertos, y cambiar el estuche del cepillo de dientes, etc porque tenía uno de plástico que no me gustaba, pero mirad si se me ha hecho largo... En realidad me ha costado un rato hacer lo que faltaba, y me gusta el resultado.

El estuche para el cepillo de dientes:

 

La bolsa para los cubiertos:

Y aquí todo el conjunto:

Liquidar una antigüedad pone bastante las pilas, así que ¡voy a por más!

Mini neceser

La adolescencia prosigue con su ritmo imparable, y con todos sus fenómenos asociados. Entre ellos, la ortodoncia. Con todos esos alambres en la boca, la higiene se hace un poco más difícil, por lo que hay que ser especialmente cuidadoso cada vez que se come. Nada que un buen neceser de emergencia no pueda solucionar:

En él cabe un cepillo de viaje, un tubito de dentífrico, un cepillito especial para cepillar entre los brackets y una caja de cera que se utiliza para proteger los puntos que producen rozaduras.

El exterior está acolchado con un dibujo sencillo de rombos. El patrón lo he adaptado yo misma a las medidas que me resultaban necesarias, y está impermeabilizado por dentro, ya que una de las capas que he cosido es una lámina de plástico transparente (no está pegado a la tela interior). Creo que resultará muy práctico ¿os gusta?

Mamá Noel SL II

Continuando con los detallitos que hice para regalar estas fiestas, voy a mostraros unos neceseres muy graciosos que les cosí a mis sobrinos para llevar al cole cepillo y pasta de dientes y el gel para las manos, todo ello envuelto en la propia toalla. 

Aunque en la red hay varios tutoriales, los hice a mi manera, ya que depende mucho del tamaño de la toallita que tengas y de lo que vayas a querer meter dentro. Se hacen con una toalla de las más pequeñas, doblada de forma que deje suficiente "bolsa" para contener los cachivaches. Una vez doblada se pasan pespuntes paralelos al borde, a la distancia que consideremos adecuada para lo que se va a guardar. Yo añadí también una solapa en la parte de arriba porque si el rollo no está muy apretado las cosas se pueden resbalar y caerse al poner el estuche boca abajo.

Por último, se remata todo con un biés y una cinta doblada por la mitad en un extremo para atar el conjunto cuando está enrollado.

Esta otra idea que veis a continuación también la saqué de internet pero acabé haciéndola con las medidas que se me ocurrieron, porque resultaba muy estrecha. Es una pequeña funda donde llevar el protector labial, tan necesario en invierno. La intención es que la enganches al llavero y así lleves el protector siempre encima, por lo que la fundita tiene en la parte superior un mosquetón pequeño.