Así que un día primaveral se me ocurrió que yo podía renovar esos manteles, o al menos tener alguno para que las visitas crean que somos gente normal. He aquí el resultado:
Según lo iba cosiendo me iba arrepintiendo más de haberlo empezado, porque tardo mucho en terminar las cosas y una vez pasada la parte chula (pensar, cortar y combinar) se me iba haciendo aburrido, pero cosas del honor, ya lo tengo terminado y a Dios pongo por testigo que no voy a dejar que prospere en él ninguna mancha vitalicia:
El mantel mide 1'50x1'50, es la labor de patchwork de mayor tamaño que he hecho. La parte de arriba son cuadrados y rectángulos de distintas telas, y la de abajo, un retal de la misma tela blanca que he utilizado para arriba. No tiene acolchado en medio porque me parece que para un mantel no es necesario. Seguiré practicando porque montar las dos capas juntas en el suelo se me ha hecho bastante engorroso ¡no me quiero imaginar lo que debe ser hacerlo con un quilt! Razón de más para admirar más todavía esas colchas tan fantásticas y tan bien hechas que dan tanta envidia ;)).
Feliz semana a todas.