La primera, estos cojines bordados en sashiko. El kit de bordado fue un regalo de la pasada Navidad (es que Papa Noel me conoce muy bien), contenía la tela blanca con el dibujo impreso y una madeja de hilo ¡ah! y unas instrucciones muy precisas en japonés ;))). Venían dos cortes de tela con dos dibujos distintos de sashiko.
La técnica es fácil y yo ya la había probado aquí, en esta ocasión todavía ha sido más sencillo porque el dibujo de las puntadas ya estaba hecho, así que fue una tarea muy relajada sobre todo para la vista. Algo que yo no sabía es que el sashiko se borda sobre la tela doble, y que hay que esconder los nudos entre las dos capas, de forma que queda tan bien por el derecho como por el revés.
Estos son los dos dibujos que hice. Este se llama Shippo-tsunagi, y se compone de círculos entrelazados que representan la paz y la armonía.
Este otro se llama Nowaki y muestra unas hierbas movidas por el viento ¡Qué esquemáticos y qué bonitos!
Y aquí veis a la "clienta" tan contenta.
Otro día, más. Ahora, a disfrutar de la nueva estación que parece que este año llega a su hora...