Un sambori ideal para jugar en casa, un día de lluvia por ejemplo.
Y aquí un tres en raya para los más pequeñitos, que así pueden aprender a diferenciar dos formas distintas.
Una ciudad para jugar con los cochecitos
Y un tierno peluche que se muestra muy atento ¡puedes contarle cuentos o explicarle cualquier lección!
Cuando nos cansamos ¡todo recogido muy fácil!
¿Qué mejor regalo que uno hecho con cariño?
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