¡Hola! Tanto como me gustan las cajas, me gustan las labores en color gris. Aparte de recordarme al invierno, me parece un color muy sereno, y combinado con crudo queda muy elegante. Así que elegí esa mezcla para esta caja que regalé a mi madre (los experimentos con quien se tiene confianza): lino gris clarito para el bordado, lino gris a topos para el cuerpo de la caja y una tela marmoleada de patchwork para la tapa.
A partir de este trabajo aprendí a elegir la tela apropiada, ya que, como podéis ver, el bordado de la tapa (que debería ser cuadrado), queda rectangular. Esto se debe a que el lino que en su día compré con gran ilusión no tenía una trama regular, y las crucecitas del bordado quedaban más altas que anchas. ¡Cosas que seguro que no me vuelven a pasar!
También aprendí a montar tapas con "bisagra", gracias a los muchos tutoriales que se encuentran en la red. Me costó un poco pero por fin creo que domino esta operación.
Finalmente, y pese a ser de mis primeras cajas, me encantó el resultado y disfruté mucho haciéndola.
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