Otro de los regalos que entregué estas Navidades es esta caja para bordadora cuyo estupendo tutorial está sacado de
aquí. No estaba pensado para ser un regalo navideño, sino de jubilación. Mi tía Chelo se ha jubilado este año, y como tantas mujeres de su generación, no tiene un momento para aburrirse.
Hace ya tiempo que se dedica a bordar vainicas, y por tanto a asistir a "trobadas" o encuentros con otras bordadoras.
Así que para que pueda guardarse todos sus utensilios y labores (que por lo que hasta ahora he visto son de pequeño tamaño) le he preparado esta caja de Lolotte que me encantaba, solo necesitaba una excusa para hacerla.
Es una caja en forma de libro cuyas tapas se van abriendo y a las que se les pueden aplicar diversos accesorios, según necesites o te apetezca. La primera tapa está acolchada, para poder clavar alfileres
La tapa interior deja al descubierto un bolsillo para las tijeras, que se sujetan en su posición mediante un lazo de terciopelo; y la caja central, con la tapa también acolchada y personalizada con la inicial en guipur blanco.
En el interior de la tapa de la caja central he puesto un cojincillo para agujas.
Las zonas bordadas en crudo y el cojincillo para agujas son de lino country moka vintage. Las telas para el forro de la caja son de algodón para patchwork, una en crudo con dibujos blancos y otra a cuadritos marrón claro y crudo, y como adornos he puesto puntillas blancas de algodón y un alfiler con la cabeza de madera. Para el cierre y para sujetar las tijeras, una cinta de terciopelo marrón claro.
Aquí se ve totalmente abierta en todo su esplendor.
Y cerrada se ve de esta manera. La tapa exterior está bordada con un motivo del libro Brode & Cartonne, de B. Chiffoleau, I. Haccourt y N. Trois, que es un corazón como de encaje.
Creo que ha quedado bonita y práctica.
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