Parece que me ha entrado un poquito de obsesión con los bolsos de estilo japonés. Es que son simples, eficaces y fáciles de hacer, y además quedan muy bonitos.
Este que os enseño se basa en la técnica del furoshiki, que para que nos entendamos, es el arte de hacer hatillos con nudos. Este arte se utiliza desde el siglo VIII y su objetivo era hacer más fáciles diversas tareas cotidianas, sobre todo envolver y transportar objetos y enseres personales, y protegerlos en los baños públicos (llamados furo), hasta el siglo XVII... algo así como la taquilla del medievo.
Existen un montón de posibilidades, pero me he decidido por este modelo muy sencillo que se hace con un cuadrado de tela de 90 x 90 cm. El asa puede ser también anudada, pero he utilizado un asa de cuero especialmente diseñada para terminar este tipo de bolsos. Con lo bueno de que si te cansas, siempre puedes rehacer el bolso en un modelo diferente. ¡A ver qué tal funciona!
¡Es una maravilla, Sonia!
ResponderEliminar¡Me encanta...que belleza!
Besitos
Qué bonito bolso, lo vi en Instagram y me encantó, yo tengo una tela preparada para hacer uno parecido pero no me da la vida.
ResponderEliminarBesitos fuertes