El verano pasado aprendí a coser a máquina, y ayudada por mi madre hice este cojín con telas para patchwork. La parte fácil (las costuras rectas) la hice yo, y la difícil (coser este pañuelo antiguo en la parte delantera), mi madre. El pañuelo se lo dio mi suegra a mi hija, y pensé que convertirlo en cojín era una buena idea para lucirlo.
El cojín participa en la decoración de la habitación de Lucía, junto con "unos pocos más" como podéis ver.
Como ese día estábamos campestres, le bordé esta pequeña mariposa ribeteada con piculina para un marquito que ella misma había elegido.
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