El kit del verano

Empezar junio es casi como empezar el verano. Por tanto hay que hacer acopio de recursos para disfrutarlo: este es el kit que le he preparado a mi madre para abrir boca (aunque sin duda leerá, saldrá al aire libre, coserá y comerá chocolate mucho más de lo que cabe en esta caja).

La idea me surgió en un hipermercado, al ver unas casitas de madera sin tratar que se vendían en la zona de papelería. Enseguida me imaginé la más grande convertida en mini caseta de playa. Y a continuación se me ocurrió que la caseta debía tener una utilidad: contener algunos de los básicos del verano, aunque por su reducido tamaño no cabían cosas demasiado grandes. La base puede apoyarse donde se quiera, y además por detrás lleva un ganchito para colgarla de la pared a modo de estante.

La casita está pintada por fuera con pintura acrílica, restos de las manualidades de mis hijos. El interior, forrado con varios papeles de scrapbooking (otro resto), y la trasera con "tela marinera". Por la parte de delante le añadí esta especie de solapa de cartoncillo forrada con la misma tela. Lo más divertido, la decoración: una gaviota de fieltro, un pez de tela que cuelga de un alfiler y una pequeña tira de banderitas.

Y lo más interesante, el contenido: lectura, chocolate, crema solar y mascarillas hidratantes y un kit que preparé para que mi madre pueda hacerse el bonito costurero de cristal que propone "Retales de mil colores" en su último y estupendo tutorial.

Conociendo a la interesada, es muy posible que todo ello se acabe enseguida, pero ¡no me diréis que no es un buen comienzo de vacaciones! 

Blusa como el sol

En cuanto hay tres días seguidos de nubes, aquí nos sentimos ya como si viviéramos en Londres y echamos de menos el sol. Creo que con esta nueva blusa eso de echar de menos el sol ya no me va a pasar. El patrón, esta vez, de Oh mother mine! pero modificado por mí.

Mis nuevos aprendizajes: las mangas mariposa...

Y el cierre de lágrima, que aún tiene para mejorar muuuuucho. 

Además casi me da un infarto cuando al planchar el delantero me lo cargué dejando un manchurrón negro de la plancha. Tuve que repetirlo pero como ya no me quedaba suficiente tela uní dos trozos, por eso el delantero tiene una costura central ;). La siguiente prenda, mejor.

Sant Jordi

Hoy es Sant Jordi, o San Jorge, en Catalunya, Aragón, Inglaterra, Grecia, Portugal, Bulgaria, Etiopía, Georgia y varias ciudades y comunidades del mundo. Además de recordar la bonita leyenda según la cual el caballero Jorge mató al dragón (cada cual reivindica que el dragón aterrorizaba a SU pueblo) y le ofreció a la princesa una de las rosas rojas del rosal que brotó de su sangre derramada; se celebra el Día Mundial del Libro, que promueve la UNESCO desde 1995.

Me parece una preciosa tradición unir ambas celebraciones, y regalar rosas, libros, o las dos cosas. Por mi parte, este año he probado con éxito a hacer (y regalar) estas rosas de tela super realistas que propone Retales de mil colores en su web que es un encanto, y que explica de forma estupenda en su canal de Youtube.

Como complemento al libro, estas bonitas fundas de la misma web, que te pueden servir para llevar el libro en el bolso o a la playa sin que se deteriore, e incluyen un bolsillo para lo que se quiera añadir.

¡Feliz día de Sant Jordi!

¡Hola, primavera!

 Abril es más primavera que marzo. Este año no he tratado demasiado bien a mi terraza, de manera que donde otros años había montones de flores esta primavera sólo han aparecido las incondicionales, esas que no me guardan rencor si les ahorro cuidados durante el resto de estaciones.

A pesar de todo hay color, pero para añadir algo más he pasado varios meses tacita a tacita bordando este pequeño mantel de Primitive Gatherings, hecho con retales de fieltro y franela, que representa ocho tipos de flores de forma esquemática, colorida y en mi opinión muy acertada. Lo vi cotilleando en la web, e instantáneamente me atacó el antojo de hacerlo, es el modelo "Garden blooms" de Primitive Gatherings. Como no encontraba el patrón en Europa y los gastos de envío desde Estados Unidos eran improcedentes, aproveché que mis cuñados estaban viviendo allí en 2019 y les encargué éste y otro para el otoño, lleno de calabazas monísimas. Me los reservaba para cuando hubiera liquidado algunas cosas que tenía empezadas, y como he cumplido mi propio compromiso, pues aquí está el primero de ellos.

Y aquí algunas de las flores auténticas que han osado aparecer esta primavera por mi terraza:

La labor ha sido fácil y muy gratificante, y ya veis el resultado, de lo más alegre. A ver cuánto me dura libre de pelos de gato blanco...

Vestido cruzado

¿Qué puedo decir? ¡Que me estoy viniendo arriba con esto de coser prendas de vestir!. Una vez superado el momento patrón, que casi costaba tanto tiempo y esfuerzo como hilvanar la prenda; y el momento "seguro que no he acertado con la talla", la cosa está empezando a fluir y a ser medianamente relajante. Así he llegado a este punto:

El patrón es de una revista "Patrones" que compré el verano pasado con más ilusión que habilidad, y creo que me puedo dar por satisfecha. Ahora la pregunta es ¿lo estrenaré pronto o tendré que esperar al 40 de mayo?

Cesta de gallinas

Todavía no podemos ir al pueblo, aunque sí pensar en él... La cesta que os enseño fue una de las cosas que decidí conservar cuando compramos la casa allí. Estaba en perfecto estado y tenía un bonito tamaño, así que le asigné la función de costurero-guarda labores. Pero claro, así tan "desnuda" no podía estar, y si hay algo que siempre asocio con el pueblo son las gallinas:

El forro interior combina esta loneta de gallinas con tela de vichy en blanco y rojo.

Tarea finiquitada después de 6 años,  no está mal considerando que forrar la cesta me llevó media mañana... esos UFOs que siempre están al acecho. Veremos si consigo terminar el jersey que he puesto dentro, y que lleva empezado algo más de 15 años (¡!).

Delantal de jardinera

Cualquiera lo diría en este momento, pero un día de éstos empieza la primavera. No obstante, durante este invierno sí que hemos tenido bastantes días primaverales, de esos que invitan a salir al aire libre y en caso de mi amiga Silvia, ponerse manos a la obra (mejor dicho a la tierra). Como horticultora, aunque sea nueva en la tarea, tendrá más éxitos de los que ahora se imagina. 

Cerca de su huerto viven patos como estos:

Así que cuando vi esta tela no me pude resistir a hacerle un delantal de jardinera tal que así:

Es un accesorio que a mí me resulta muy práctico porque puedes llevar detrás todas las pequeñas herramientas que usas (en mi caso en macetas). Este tiene dos bolsillos grandes y cuatro pequeños, con lo cual cabe de todo... aunque sospecho que la escala del proyecto huertil va aumentando y los mini enseres se van a quedar así, mini ;). En todo caso, en este delantal va todo mi cariño.